QUE BONITA VECINDAD
Sobre las relaciones bilaterales de Colombia se ha dicho de todo. Que es la típica vecindad de Chavo, que son las hijitas desparramadas de la mamá Gran Colombia y que el único bonito juego que podrían tener estas tres repúblicas sería el de “la enemiga secreta”. Verdades o no verdades, lo que sí es cierto es que las relaciones de Colombia con sus hermanitas aledañas nunca habían estado tan mal como hasta ahora.
Con Venezuela la simpatía se deterioró hace ya varios años y declinó aún más cuando Álvaro Uribe señaló que el gobierno de Chávez permitía que insurgentes colombianos se refugiaran en Venezuela, algo que a Chávez no le cayó muy bien y que ha rechazado en repetidas ocasiones. Todo empeoró cuando se habló de un acuerdo entre Bogotá y Washington para permitirle a Estados Unidos mayor presencia en las bases militares colombianas, un trato que Chávez ha considerado desde entonces como una amenaza para Venezuela.
Pero ¿qué podemos esperar de Chávez sobre la hermandad con el próximo presidente colombiano? si con su estado bipolar primero anuncia en su programa "Aló presidente", que si Santos gana se convertirá en una grave amenaza a los demás países vecinos, y ahora que Santos triunfa se muestra ante la prensa internacional muy sereno indicando tener la mejor disposición para avanzar en las buenas relaciones diplomáticas. ¿Podremos creerle? ¡Habrá que prenderle una velita a Santos!
Pero si se trata de tener una buena vecindad tendremos que también pensar en soltar la correa con Ecuador, ya que después de haber incursionado en sus tierras, el 1 de marzo del 2008, para llevar a cabo la Operación Fénix o mejor conocida como bombardeo de Angostura, la cincha quedó bien tirante generando una crisis diplomática importante. Pero a pesar de todo, Rafael Correa ha mostrado ser un hombre sabio y sensato, ya que desde septiembre pasado se comenzó el proceso de negociación donde no sólo Ecuador solicita información sobre la operación militar y sobre los computadores de "Raúl Reyes" que fueron encontrados en el ataque, sino que Colombia resalta la petición de que se suspenda el proceso judicial abierto en Ecuador contra Santos, quien era ministro de Defensa en el momento de la incursión.
Pero como en toda bonita vecindad lo que se busca es la unión, Ecuador está dispuesto, tanto que Correa asistiría a la posesión de Santos, mientras Chávez sólo busca una nueva estrategia para quedar bien con su movimiento bolivariano.
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